Al conducir, los pies controlan los pedales, por ello debes utilizar un calzado que sujete bien el pie. No conduzcas con chanclas o con sandalias ya que, aunque no está expresamente prohibido en la normativa, supone un riesgo de sufrir un incidente o siniestro vial y puede implicar una sanción.

En el Reglamento General de Circulación (RGC) no existen normas específicas sobre el calzado en la conducción, y no es sancionable en sí misma la conducción con un tipo de calzado concreto (chanclas, por ejemplo).

Pero si un agente de la autoridad entiende que dicho calzado afecta a la seguridad en la conducción (no permite manejar bien los pedales, por ejemplo) esta conducta puede ser sancionable, con una cuantía de hasta 80 euros.

Son varios los artículos del RGC que se refieren a la obligación del conductor de garantizarse libertad de movimientos en el vehículo y evitar interferencias en una conducción segura:

– Artículo 3.1: hace referencia al modo de conducción, con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno.

– Artículo 18.1: hace referencia a la obligación del conductor de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción; y debe mantener la posición adecuada.

– Artículo 17.1: establece que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo.

A la hora de conducir un coche, es muy importante que regules tanto el asiento como la distancia y la altura del volante según tus características físicas. Esto debes hacerlo no sólo para que vayas cómodo, sino para que tu conducción sea lo más segura posible. En este sentido, es muy importante que tu calzado esté fijo al pie y no ‘baile’ o te llegues a quedar descalzo. Cuanto más preciso seas con los pedales, mejor.

Para ello, procura utilizar un calzado adecuado durante la conducción siguiendo estas cinco recomendaciones generales para todos los conductores para evitar el riesgo de sufrir un siniestro vial:

  1. Utilizar siempre un calzado que vaya bien sujeto al pie mientras conduces, lo que permite transmitir correctamente la fuerza a los pedales y evita que se resbale.
  2. Un calzado adecuado es aquel que:
    • No resbale de los pedales.
    • Proporcione una buena adherencia entre el pie y los pedales.
    • No tenga elementos susceptibles de engancharse en los revestimientos del vehículo.
    • No sea demasiado grande ni demasiado pesado, de modo que no se pisen dos pedales al mismo tiempo de forma accidental.
    • Sea flexible para no impedir la libertad de movimiento y los pedales reciban con mayor precisión las órdenes que les das a través de la planta del pie.
    • Sea cómodo, utilizando calzado ligero para que los movimientos sean ágiles, y si llevas cordones, asegúrate de que están bien abrochados y son suficientemente cortos para evitar que se enganchen al pedal.
    • Y que sea transpirable para evitar que el pie sude, sobre todo en verano, ya que el calentamiento excesivo hará que estes más incómodo conduciendo y esta situación te puede generar estrés y falta de concentración.
  3. Existen productos etiquetados por los fabricantes como particularmente adecuados para conducir (suelas antideslizantes, cordones ajustados o auto cierre, materiales flexibles, etc.).
  4. No debe aplicarse demasiada fuerza para no engancharse en los revestimientos del vehículo, o bien pisar dos pedales a la vez.
  5. Si va a necesitar un calzado específico que no es el más adecuado para conducir, como por ejemplo chanclas, tacones altos o botas de montaña, llévelo en una bolsa en el maletero, nunca en el habitáculo, y conduzca con un calzado más idóneo para la conducción.

Además, el copiloto también tiene que estar atento, ya que, si apoya los pies en el salpicadero, con chanclas o sin ellas. Poner los pies en el salpicadero resta eficacia al cinturón de seguridad, ya que puede producirse el llamado efecto submarino. Este aumenta el riesgo de chocar con el salpicadero y puede ocasionarte lesiones internas ya que puede hacer que el cinturón presione sobre el abdomen. Además, el deslizamiento del cuerpo puede hacer que te estrelles contra la parte baja del habitáculo sufriendo graves lesiones. Y además puedes recibir una multa de hasta 100 euros por ello.

Así que, si este verano decides utilizar chanclas, ten en cuenta estas recomendaciones y elige las que mejor se adapten al pie y no impidan la conducción de forma segura. Aunque las sanciones no conllevan la retirada de puntos en el carné, se debe evitar el daño que se puede causar en un siniestro de tráfico.

Recuerda conduce siempre con el calzado adecuado. Ah! y no pongas los pies en el salpicadero!


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Al volante, ¡chanclas NO gracias!

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